Llegamos a la elegante ciudad de Santa Margherita Ligure al amanecer de una mañana de septiembre. Después de haber atracado en la marina y disfrutado de los primeros rayos del sol, bajamos al mediodía. Obviamente nos dirigimos a un restaurante dedicado a  la cocina de pescado y frutos de mar. Aprovechamos para realizar un paseo de aproximadamente cuarenta minutos por el puerto tan sugestivo. Adoro los ocales históricos de Santa Margherita, los bares en  estilo Liberty, la casa de dulces y las confiterías, las farmacias bellas y antiguas, las galerías de arte. Maravilloso es el panorama del puerto con sus barcos: aquí se puede admirar la antigua tradición marina con la flota de buques pesqueros mezclada con el resto de las embarcaciones.  La tradición y la cultura marina de Santa Margherita se deja ver  en este lugar... Evocar paisajes hechos de naturaleza incontaminada, colores y formas de las construcciones. Parte del territorio municipal de Santa Margherita se encuentra integrado en el  Parque Natural Regional de Protofino, sede también de la Marina Protegida de Portofino.  Después de un aperitivo, durante la tarde, me preparo porque nos invitaron a una fiesta temática... será divertida pero les contaré en otra oportunidad.