El Valle de Aosta, situado al norte de Italia, justo en la frontera con Francia y Suiza, es uno de los mejores lugares para los aficionados a la montaña. Quienes gusten de la escalada o al trekking por la montaña encontrarán aquí las mejores posibilidades, con ascensos tan renombrados como el Mont Blanc o el imponente Cervino. Evidentemente estos dos picos son solo aptos para quienes tengan algo de experiencia en la montaña, pero la montaña de Valle D´Aosta presenta también muchas posibilidades para recorrer sus preciosos senderos, con vistas magníficas y una sensación de belleza salvaje típica de los grandes Alpes. Además la montaña de Valle D'Aosta supone igualmente un paraíso para los amantes de la bicicleta, puesto que en ellas se sitúan algunos de los puertos más conocidos del mundo del ciclismo, como el Iseran, el Champremiere, o el Gran San Bernardo, cargado de historia y dureza. Sin duda las mejores opciones para disfrutar dando pedales. Y a la vuelta de la montaña nada mejor que disfrutar con uno de los espectaculares vinos de la zona.
El Valle de Aosta, en el norte de Italia y a los pies de los Alpes, es perfecto para viajar en familia, con niños. Para una escapada o para unas vacaciones de verano o de invierno con algunos días más. El Valle de Aosta es una región bilingüe en la que se habla francés e italiano y en la que no faltan montañas, paisajes idílicos, historia, pistas de esquí y buenos alojamientos para toda la familia. Un lugar que elegir como base para trazar rutas de descubrimiento en familia es Aosta, la que fuera colonia augusta en tiempos de los romanos. En Aosta hay que pasear por las calles peatonales de la Piazza Chanoux y fijarse en los edificios de su arquitectura urbana tradicional. No lejos, en una de las rotondas del centro de Aosta, hay que descubrir el Arco de Augusto, romano y del siglo I aC, erigido para conmemorar la victoria sobre el pueblo salasi. También merece un tiempo dedicado la Colegiata de San Orso, del siglo X, y un ejemplo de fundación conventual altomedieval de trazas románicas. Como colonia romana que fue, no hay que dejar de ver también el Museo Arqueológico y el teatro romano. Un teatro que en verano ofrece eventos musicales y artísticos que no hay que dejar de incluir. Es importante preguntar qué actividades están programadas para los niños en el Museo Arqueológico y ajustar la visita a las horas y los días en que tienen lugar. Otro lugar que descubrir entre las calles de Aosta es el entorno de la Piazza Severino Caveri. Un espacio en el que descansar para tomar algo a mitad o al final de una ruta urbana de descubrimiento en Aosta. En los alrededores de Aosta, es posible disfrutar de la ruta de castillos medievales como el Castello Reale di Sarre. En la margen derecha del río Baltea hay que acercarse a una fortaleza aún más impresionante, la del Castillo de Fénis, del siglo XIV y que los especialistas consideran como una construcción militar medieval extraordinariamente escenográfica. Para las familias, aún hay más en el Valle de Aosta. Las excelencias del Parque Nacional Gran Paradiso, lleno de pueblos que se arremolinan en las faldas de la montaña y en los que se puede parar para que los niños más pequeños puedan comer y para que los más grandes puedan corretear a sus anchas entre los callejones, en una ruta de exploración familiar que guardarán vívidamente en su memoria durante toda su vida. Un pueblo de referencia y especialmente indicado es La Salle. Así es el Valle de Aosta. Una experiencia italiana de altura.
La más pequeña entre las regiones de Italia, el Valle de Aosta se encuentra al noroeste del país, al pie de los Alpes occidentales. Su tamaño no es, sin embargo, indicativo de la calidad de su cultura culinaria, que cuenta con sabrosas recetas tradicionales, excelentes productos producidos en la región y vinos que satisfarán hasta los paladares más exigentes. Recetas características de la región incluyen platos como la carbonada, un estofado de carne preparado con mantequilla, cebolla, nueces y vino, sazonado con pimiento y canela y que se suele servir junto con polenta, o la sopa valdostana, un plato bien conocido que hace excelente uso de uno de los productos más famosos de la región, el queso fontina, para conseguir un plato único y exquisito. El Valle de Aosta es famoso por sus quesos, como el ya mencionado fontina o el fromadzo, así como por sus embutidos, siendo los mejor conocidos el jamón de Bosses, el boudin y la motzetta. Los viñedos y bodegas de la región son la fuente de los extraordinarios vinos locales, tales como el Blanc de Morgex et de La Salle, Arnad-Montjovet, Nus Rouge, Enfer d'Arvier y muchos otros. Para los que prefieren algo un poco diferente, cabe mencionar el licor conocido como Genépy des Alpes, preparado a partir de hierbas alpinas. La Ruta del Vino del Valle de Aosta permite visitar estos viñedos y bodegas a todos aquellos que tienen pasión por el vino. Las mejores épocas para una visita a esta región es en verano u otoño, cuando se producen la mayoría de eventos gastronómicos locales. Es muy recomendable el Marche au Fort, celebrado en octubre en el pueblo medieval de Bard, donde se pueden ver y degustar productos típicos del Valle de Aosta. Durante el verano se celebran varios festivales cuya atracción principal es el jamón de Bosses, aunque el resto de platos característicos de la región también están presentes. Estos y muchos otros eventos permiten a los visitantes disfrutar de la rica cultura alimentaria del Valle de Aosta.
Las vacaciones en el campo en Valle D'Aosta son las vacaciones con las que muchos soñamos. Este valle es la región mas pequeña de Italia, ubicada en la frontera de Francia y Suiza. En este valle se encuentran las cimas más altas de los Alpes: el Cervino, el Monte Rosa, el Gran Paradiso y como no el Monte Bianco. En esta región se encuentra el pueblo de Courmayeur, uno de los centros de esquí mas importantes del mundo. Destaca también el Parque Nacional Italiano en Gran Paradiso donde se encuentran en su hábitat numerosas especies como águilas reales o la cabra montesa. A lo largo del valle encontraremos, murallas, fortalezas, y numerosos castillos como el Castillo de Fénis con su increíble arquitectura, el Arco de Augusto, la Puerta Praetoria y la muralla de la ciudad. Destacar la importancia de la Catedral de Santa María Assunta donde se encuentran excavaciones arqueológicas y el Complejo Monumental de la Collegiata de Sant'Orso. Las actividades en esta región son variadas desde visitas a estos emplazamientos naturales y arquitectónicos hasta la práctica de deportes como el esquí, trekking, snowboard y patinaje sobre hielo, alpinismo, rafting, canoa, ciclismo de montaña, equitación y golf. Sin olvidar los deportes aéreos como paracaidismo, ala delta o parapente, así como montar en el funicular Mont Fréty donde se puede visitar el Oasis Natural del Pavillon du Mont Fréty. Unas vacaciones para mayores y pequeños. Cualquier época del año es buena para visitar este hermosa zona de Italia.