Si hablamos de Mantua recordaremos automáticamente al grandioso Tazio Giorgio Nuvolari, motociclista y piloto automovilístico italiano nacido en Castel d’Ario, en la Provincia de Mantua. Mantua, en el territorio lombardo, se destaca por sus lagos, donde se encuentran las flores de loto, originales del Suedeste Asiático.
Dulces panoramas que han inspirado a generaciones de escritores. En el centro histórico de Mantua, accesible también a pie o en bicicleta, una vez que atravezamos Ponte San Giorgio, encontraremos el Castillo de San Giorgio, donde visitar la habitación con los frescos de Andrea Mantegna en honor de Ludovico Gonzaga y de su mujer Barbara de Brandeburgo, el “Palazzo Ducale” y la Catedral de Mantua dedicada a San Pietro. En la Piazza Sordello, girando hacia la izquierda, admiraremos el Palazzo dell’ Accademia Virgiliana.
Pero quien piensa en Mantua, la vincula también con el personaje bufón de la ópera de Giuseppe Verdi: Rigoletto. Este personaje posee su residencia en Mantua. La casa de Rigoletto, que pertenece al siglo XV, se encuentra en la parte posterior de la Catedral. El territorio de Castel d’Ario, vinculado con el nacimiento del piloto, posee muchas plantaciones de arroz. Es aquí donde podemos realizar la ruta del arroz y de los risottos, un itinerario original que parte desde Roverbella, pasa obviamente por Castel d’Ario, para culminar en Ostiglia.
El talento de Castel d’Ario, comienza su carrera como motociclista, ganando su primera competencia en el año 1920 y rápidamente es conocido en Italia como el “ Campeonísimo de las dos ruedas”. Nuvolari inicia así el pasaje de las dos a las cuatro ruedas, cuando gana la prestigiosa Targa Florio en Sicilia. En 1932 con la escudería Ferrari, gana el Gran Premio de Mónaco, Francia e Italia. Nuvolari no anunció nunca formalmente su retiro, pero a causa de su deterioro de salud, muere en el año 1953 en Mantua.