Para aquellos que buscan un lugar espiritual y tranquilo, recomendamos visitar la Basílica de San Antonio, una obra maestra artística considerada el principal monumento de Padua.
San Antonio, venerado en todo el mundo, está íntimamente vinculado a Portugal, específicamente en Lisboa, su ciudad natal. El primogénito de una familia noble, Fernando, su verdadero nombre, nació en 1195. Estudió en Coimbra, y después de ser misionero en África, llegó a Italia donde conoció a San Francisco de Asís, que quedó impresionado por la humanidad del fraile portugués.
Las predicaciones de San Antonio en Italia suscitaron una profunda emoción. Fue aclamado por el pueblo porque sus mensajes condenaban la riqueza y exaltaban la humildad. Hoy es el santo patrón de Lisboa (Portugal) y Padua (Italia), ciudad donde vivió y murió en 1231. Ni un año después de su muerte, la Iglesia, en la persona del Papa Gregorio, lo proclamó santo.
La construcción de la Basílica consagrada se inició en 1232 y se llevó a cabo en su parte principal a finales del siglo XIII. Es un edificio majestuoso construido sobre imponentes estructuras románicas. La esbelta parte del ábside, con nueve capillas, pertenece al estilo gótico. Grande tanto por dentro como por fuera se divide en: Capilla del Santo, Capilla de la Virgen Mora, Capilla del Beato Lucas, Capillas Radiales, Capilla de Reliquias o Tesoro, Capilla de Santiago, Capilla de Ss. Sacramento, presbiterio y altar mayor.
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