Caminando por Claino y Osteno se encuentran las “Grutas de Rescia”. Estas grutas están formadas por  unas piedras calizas porosas denominadas tobas y se pueden admirar estalactitas en continuo curso de formación. Desde aquí, se puede observar además, la cascada del torrente de Santa Giulia. Llego a  la Reserva Natural Regional “Lago de Piano”, en las laderas del Monte Calbiga, que fue reconocida por la  SIC (Sitio de Importancia Comunitaria) de la Unión Europea. Es posible  llegar a este oasis desde Porlezza a través de una cómoda bicisenda en medio de bosques  donde los protagonistas son más de 130 especies de pájaros, pequeños mamíferos, ciervos majestuosos, venados, numerosas especies de peces, reptiles y anfibios, entre los cuales se encuentra el sapo común, que en el mes de mayo, invade las costas del lago para reproducirse. Aquí, se encuentra activo un centro de visitantes llamado “Casa de la Reserva” formado por un eco museo y , entre otras cosas,  una oficina donde es posible inscribirse a los servicios de  “visitas guiadas” de la reserva.  Las visitas se pueden realizar  a pié (de día y de noche), a caballo, en jeep, etc. Otro lugar importante de la Reserva es el Observatorio Natural Polivalente que funciona también como granja didáctica. Finalizo mi paseo en búsqueda de la artesanía local: un producto típico es la  Cavagna, un cesto entrelazado con ramas de avellano creado por los campesinos de manera simple. La primavera es la estación ideal para disfrutar del Lago de Lugano y sus alrededores.