En el delta del Po, a lo largo de la carretera Romea, se puede ver desde lejos la torre alta de la Abadía de Pomposa. El complejo consta de la basílica, la torre, el monasterio y el juzgado. Construido en una isla entre el mar y el Po, encontramos la primera pista escrita en el año 874, es uno de los edificios románicos más importantes. En los siglos siguientes, su importancia y riqueza crecieron y en su apogeo estaba habitado por más de cien monjes. En ese momento era famosa por su biblioteca y sus posesiones que se extendía a otras regiones. Muy bonita basílica con suelo de mosaico de mármol. La torre de casi cincuenta metros de altura se construyó en 1063. Fuera de los edificios hay un magnífico parque con grandes prados verdes y lagos, un destino para muchos turistas, especialmente durante el fin de semana.

Cerca de Pomposa, en dirección a Mesola, se puede visitar el Bosco della Mesola, una reserva natural de la que se puede ver una pequeña parte. Precioso para pasear por los senderos y escuchar la voz de las innumerables especies de aves.

Continuando hacia Mesola se llega al imponente castillo. El castillo no se construyó como edificio de defensa sino como residencia de verano y casa de caza. Los muros largos tenían que ser las defensas exteriores de una nueva ciudad que el duque Estense Alfonso II pretendía construir para competir en Venecia.