En el año 1577 Emanuele Filiberto, Duque de Saboya, estaba luchando junto con su primo Filippo II contra los franceses. En la víspera de la Batalla de San Quintín - día de San Lorenzo, 10 de agosto - se comprometieron a erigir, en caso de victoria, una iglesia en honor al Santo.
En Madrid, Felipe II ordenó la construcción del Monasterio de El Escorial, abadía en forma de parilla (la parilla, fue el instrumento del martirio del Santo). En 1562, cuando Emanuele Filiberto regresó a Turín, no pudiendo construir la iglesia, fortificó la ciudad y restauró la capilla ducal de "Santa Maria ad Presepe " dedicada a San Lorenzo.
Con la llegada de Guarino Guarini a Turín se comienza a construir la Iglesia de San Lorenzo (Chiesa di San Lorenzo) en el año 1680. El interior, es de planta octogonal con lados convexos, coronada por una cúpula luminosa con linterna. Detrás de los lados, se ubican cuatro capillas. La estructura, por medio de la utilización de elementos esenciales, capta la luz a través de sus ventanales.