Representa la pureza del estilo gótico. Una basílica franciscana entre las más antiguas, en su interior, se conservan las célebres obras de arte.
La Basílica de Santa Cruz se encuentra entre las iglesias más grandes de Florencia. La construcción de la basílica, la inició Arnolfo di Cambio en el año 1294. Consagrada en el año 1443, su fachada perteneciente al período ochocientos posee tres cúspides (proyecto de N. Mattas). Su camapanario, fue realizado y diseñado por G. Baccani y pertenece al 1847. Aquí, en la parte izquierda, se conserva la tumba del período trescientos de Francesco dei Pazzi. En cambio, hacia la derecha de la iglesia, se observan los Claustros, con la Capilla Pazzi y el Museo dell’Opera di Santa Croce.
La gema de la Iglesia de Santa Cruz son las obras de los mayores maestros florentinos: Donatello, Antonio e Bernardo Rossellino, Benedetto da Maiano e Desiderio da Settignano.