“Santa Maria delle Grazie”, es una de las iglesias más bellas de Italia y punto de referencia de la arquitectura de Milán, vinculada con el nombre de Leonardo da Vinci y Bramante Donato.
En el refectorio del antiguo convento dominico, es posible admirar la célebre "Ultima Cena", también conocida como "El Cenáculo” de Leonardo, obra iniciada en 1495 y completada en 1498. En el año 1463, el duque de Milán Francisco I Sforza, decidió construir, según un proyecto de Guiniforte Solari, un convento dominicano y una iglesia en el lugar donde se encontraba una pequeña capilla dedicada a “Santa Maria delle Grazie”. El convento se terminó de construir en el año 1469, mientras que, la iglesia, en el año 1482. Más tarde, continuaron los cambios deseados por Ludovico el Moro, que decidió cambiar el claustro grande y el ábside de la iglesia. El edificio fue terminado finalmente alrededor del año 1490. El Moro decidió convertir esta iglesia en lugar de sepultura de los Sforza y en 1947 viene sepultada aquí su esposa Beatrice d'Este. Desde 1553 hasta 1778, el convento se convirtió en sede del Tribunal de Inquisición y, luego de la destrucción napoleónica, en cuartel. Durante la noche del 15 de agosto de 1943, los terroristas anglo-americanos atacaron la iglesia y el convento. El refectorio fue destruido. Se salvaron pocos muros, entre ellos, el del Cenáculo.
A pesar de la terrible devastación, gracias a la iniciativa y al espíritu de Milán, la iglesia pudo volver a su antiguo esplendor, mediante la restauración de las valiosas obras de arte que se han conservado. En la quinta capilla, se conserva una verdadera obra maestra: un desfile de ángeles en yeso. Preciosos son las bancos del período 500, con incrustaciones de piezas de diversos tipos de madera. Imperdible es la tribuna bramantesca: la gracia extrema del presbiterio. Aquí se puede admirar uno de los más bellos coros del Renacimiento. En el bonito claustro, adyacente a la tribuna sobre la puerta que conduce a la sacristía, se puede admirar un fresco de Bramantino.