Italia es uno de los destinos favoritos para muchos a la hora de elegir sus vacaciones. Su historia, su gente, sus vinos y su gastronomía son sin duda sus máximos valedores.
Su gastronomía y su vino están considerados así entre los mejores y más internacionales de todo el globo. Es importante saber combinarlos para realizar un buen maridaje.
El Antipasto es siempre el primero de los platos en servirse en la mesa para abrir el apetito de los comensales. Dependiendo de la zona dónde nos encontremos este primer plato puede variar. Así encontramos el Panzerotti para la región de Puglia, la ensalada caprese para la zona de Capri, el Arancini en Sicilia o el Carpaccio para cualquiera de las regiones. Estos entrantes pueden ser acompañados por vinos como el Brunelli Rosso di Montalcino DOC de la región de la Toscana o el tinto Contado Aglianico del Molise.
Para los platos principales los italianos pueden escoger entre una amplia variedad de platos, desde las pastas pasando por las pizzas o arroces. En la pasta se puede diferenciar entre las lasagnas, servidas en cualquier región de Italia pero sobre todo en la región de Bolonia, que da nombre a la salsa de tomate de su interior, los ravioli, típicos del sur o los tagliateli. Las pastas pueden ser acompañadas por los Vinos Chianti propios de la Toscana o los vinos Dolcetto del Piamonte.
Para los arroces, destacan el risotto a la milanesa, típico de Milan y de Lombardia o los radiccio, junto al más popular de funghi. Los arroces suelen ser acompañados de vinos jóvenes como el Pèppoli Chianti Classico de la Toscana o el Enate Rosado.
Como ve, Italia ofrece calidad y belleza a partes iguales.