Siena: todos la conocemos o seguramente, alguna vez, hemos sentido hablar de esta maravillosa ciudad. El Palio, carrera equestre en dos tiempos, famosa en todo el mundo por su particularidad y belleza; la ciudad que participa alegremente de los preparativos, festejos y con sus trajes de época. Siena, muy bella y rica de historia repleta de ateliers de arte y museos, típicos restaurantes y palacios para admirar. Pero, hay una parte desconocida de Siena, que es subterránea. En esta ciudad, situada en un territorio pobre de ríos, situación que en tiempos de guerra la hacía aún más vulnerable, la búsqueda del agua fue una de las razones por las cuales el municipio, durante el medioevo, decidió excavar pozos y túneles subterráneos. Se excavó una red de 25 kilómetros de extensión bajo la ciudad para la provisión hídrica: los“bottini”así fueron denominados desde siempre estos laberintos. De todos modos, se creía que en el subsuelo de Siena, había un verdadero río, un río misterioso llamado Diana, pero que hasta el día de hoy, no fue descubierto. Interesantes y pintorescas son las visitas a los túneles medievales que organiza la Asociación La Diana, quienes se ocupan también, de la limpieza de los “bottini” y de las fuentes antiguas.