Parghelia es una localidad de unos 1500 habitantes situada en la provincia de Vibo Valentia, en Calabria. Sufrió un fuerte terremoto en 1905, por lo que fue totalmente recotruida en los años 20, del centro histórico sólo se conserva la Iglesia de Santa Madonna Portosalvo. La ciudad forma parte de la llamada Costa de los Dioses, por la belleza de zona litoral y en los últimos años se ha convertido en uno de los principales lugares de veraneo de la zona. Su principal atractivo son sus 8 kilómetros de playas de arena blanca, ideales tanto para descansar tomando el sol, como para todo tipo de actividades acuáticas. A solo dos kilómetros de Parghelia se encuentra la pintoresca ciudad balneario de Tropea, encaramada en un acantilado sobre el Adriático. Merece especial atención su centro histórico, con palacios de los siglos XVI y XVII, un monasterio franciscano de gran importancia y una catedral normanda del siglo XII. También se puede visitar el Museo de Antiguos Oficios de Calabria, y una amplia muestra de maquetas de trenes. Un poco más al sur se encuentra Faro Capo Vaticano, perteneciente al municipio de Ricardi, zona peculiar por sus formaciones de granito gris, únicas en el mundo.
Me encuentro sentada sobre las rocas de Zambrone, en el golfo de Sant’Eufemia. El tiempo parece detenerse un instante mientras me dejo llevar por el rumor de las aguas que golpean en las rocas. La particularidad de la costa de Zambrone son las playas de arenas muy finas y blancas o muy rocosas. Se puede pasar muy rápidamente de una playa a otra sobre una costa soleada de bellas ensenadas y fondos marinos muy ricos. Desde aquí, se puede partir para realizar un recorrido a las Islas Eolias, aprovechando también los pocos kilómetros de distancia para visitar la ciudad de Tropea. La oferta de estructuras receptivas es amplia y compuesta por complejos turísticos hoteleros y camping. Podrán elegir el tipo de estructura receptiva según la clase de vacaciones que deseen transcurrir. La hospitalidad y la buena gastronomía de Calabria los recibirán con el ánimo de que pasen unas vacaciones serenas. Atardeceres inolvidables. Parada obligatoria para los que aman la fotografía.