Es cierto que las mejores fiestas en Milán son a puertas cerradas y generalmente con la cocina de un buen chef. Pero, si están de paso por esta fantástica ciudad, nada mejor qué saber moverse desde el lado de sus habitantes, modo muy genuino de hacer turismo.
Comiencen el recorrido por los bares de las callecitas y pasajes del barrio Brera con sus locales y negocios a la moda, gente linda y terrazas al aire libre. En la zona Navigli-Ticinese, no sólo los mercados que se asoman a la calle alegran esta zona los fines de semana, sino que el Naviglio está colmado de jazz-bar, clubs y restaurantes a orillas del río. Luego, les aconsejo una vuelta por el elegante Corso Como, para ver un poquito más de la moda de Milán y beber un trago o dos junto a las "celebrities". Decubran el nuevo escenaro de Milán, en la zona artística de Isola, situada en la parte norte del centro, detrás de la estación ferroviara Garibaldi. Prueben un rico café o cocktail en los varios bares y cafés de moda, sin olvidar de ir al Blue Note, famosísimo jazz club de Milán.
Imperdible: tomar un aperitivo en los varios bares entre las 18 y las 21 hs para sentir la atmósfera relajada y divertida del “after office” milanese.