El Gran Duque Cosimo I de Medici, encargó a su arquitecto de la Corte, Giorgio Vasari, la construcción de un pasaje privado desde su Reggia Palazzo Pitti hasta el Palazzo Vecchio.
Este pasaje no podía ser visible al pueblo y, de este modo, Vasari inventó un pasillo aéreo, que fue denominado "Corridoio Vasariano" en honor a su constructor. El pasillo, es largo, de aproximadamente un kilómetro y estrecho. Se puede visitar solamente con reserva previa, las visitas son guiadas y limitadas, pero si logran obtener un billete de ingreso, serán muy afortunados de ver esta parte desconocida y secreta de Florencia.
Se parte desde el Palazzo Vecchio, su nombre deriva del hecho que Cosimo I mandó a construir el Palazzo Pitti y se transfirió desde el Palazzo Ducale a su nueva residencia, denominánolo Palazzo Vecchio (Palacio Viejo). Los salones y apartamentos ducales nos muestran el poder y la riqueza de la familia Medici. Del Palacio se sale a través del paso a desnivel sobre la Via della Ninna y se entra desde la Galleria degli Uffizi. “Uffizi” fueron en aquel momento realmente las oficinas del Gran Duque, por lo tanto, un pasaje secreto era importante. Desde el tercer pasillo de la Galleria a través de una entrada estrecha, los nobles pasaban a la otra parte del pasaje, atravesando el Arno y el Ponte Vecchio, sin ser vistos por los turistas y habitantes de Florencia. Desde sus ventanas se obtiene una vista bellísima e inusual de la ciudad.
Una vez que llegamos a la otra parte del río, el pasillo sigue hasta llegar a la Iglesia de Santa Felicità. De este modo, el príncipe podía asistir a las funciones religiosas sin salir hacia la ciudad. El pasillo continúa hasta el Jardín de Boboli, ubicado al interno del patio del Palazzo Pitti.