Sant'Alfio, un pequeño pueblo de la provincia de Catania, bajo el humo del volcán Etna, pasaría desapercibido si no tuviera un monumento histórico en el majestuoso árbol que se encuentra a las afueras del centro del pueblo. Este inmenso castaño ha estado creciendo allí durante al menos dos mil años o tal vez cuatro mil. Los expertos botánicos no están de acuerdo sobre estos datos.

El árbol es considerado el más antiguo de Europa y el más grande de Italia y en 1965 fue declarado monumento nacional. Es muy grande, su altura alcanza los 28 metros y la circunferencia es de 52 metros. Para protegerlo, dado que su salud es bastante precaria, fue cercado.

Su pelo verde en verano es precioso y debe ser un cuadro lleno de colores espectaculares en otoño. Numerosos pintores famosos lo han retratado en todas las estaciones del año. Los poetas describieron su belleza y los compositores locales dedicaron sus canciones a su denso follaje y a su historia. El nombre «Castaño de los Cien Caballos» proviene de una leyenda que siempre se ha contado: «Hace mucho tiempo había una reina llamada Juana de Aragón.

La reina vivía en España pero tuvo que ir a Nápoles. Tomó su barco, aterrizó en Sicilia y se puso en marcha con toda su secuela. La reina quería visitar el monte Etna, el famoso volcán, y toda la procesión hizo un desvío hacia la montaña. En un momento dado la Reina y sus caballeros, que tenían más de cien años, se encontraron sorprendentemente en medio de una terrible tormenta eléctrica. Necesitaban refugio y en las inmediaciones vieron un árbol muy grande.