La ciudad de Maratea es uno de los secretos mejor guardados de la región de Basilicata, al sur de Italia. Rodeada de una vegetación exuberante y ubicada entre montañas, era una ciudad fortificada en la época longobarda, siendo hoy en día un importante lugar turístico. 

Maratea cuenta con más de treinta kilómetros de costa siendo la única localidad de Basilicata que se asoma al mar. Entre sus más de veinte playas destaca la de Gnola, situada en Castrocucoo y que es la más extensa, la de Calaficarra y la de Cala Jannita, desde donde se puede acceder a la gruta conocida como Sciabella. En Acquafredda está la playa de Porticello donde también está la gruta del Dragón, la más grande de toda Basilicata. 

Entre sus monumentos religiosos sobresale su iglesia de Santa María Mayor, construida en el año 1505 y donde se conserva cuadros pertenecientes al siglo XIX. La iglesia conocida como de la Anunciación, la de la Virgen de los Dolores y la de San Vito, merecen igualmente una visita. Entre los monumentos civiles destaca la estatua del Redentor, construida con mármol de Carrara en el año 1965 y que representa a Cristo con los brazos extendidos. Dicha estatua se encuentra en la cercana población de Fiumicello y desde su ubicación es posible contemplar unas vistas increíbles de toda la costa perteneciente al golfo de Policastro. Si cuentas con tiempo suficiente no dejes de visitar Rivello y Logonegro, poblaciones de un atractivo innegable. 

Si tienes la oportunidad de visitar Maratea durante el mes de mayo, no dudes en acudir a su célebre fiesta de las reliquias de San Blas que duran una semana entera. Con ella se pretende conmemorar la llegada de las reliquias de este santo a la ciudad en el año 732.

En cualquier caso, cuando viajes a Maratea, no olvides incluir en tu equipaje una cámara fotográfica para inmortalizar todos y cada uno de los lugares que aquí podrás contemplar y de los instantes inolvidables que seguro vas a poder vivir allí.